Hormigón impreso
El hormigón impreso, en la actualidad, se encuentra de moda gracias a la amplia gama de colores y texturas, que permiten hacer pavimentos resistentes, vistosos y duraderos. Al ser impermeable, soporta el ataque de ácidos y manchas de grasa y aceite, además puede utilizarse en zonas muy castigadas por el tránsito, como aceras, parques, rampas, recintos feriales, etc... Estos factores, sumados al casi nulo mantenimiento, explican que triunfe en las viviendas con jardín, desplazando a los pavimentos tradicionales.
El hormigón
impreso es una solera cuya superficie viene pigmentada y tiene un
"bajorrelieve", grabado mientras está fresco mediante moldes de
neopreno que simulan las piezas y texturas más variadas. La estampación puede
imitar adoquines, piedra, baldosas, pizarras… Al ser antideslizante, también da
excelente resultado en la zona de la piscina. La clave de este pavimento es la
capa superficial endurecedora y coloreada, que viene en polvo ya preparada de
fábrica.
Puede ser
construido en paramentos verticales ofreciéndonos gran versatilidad para
decoración de jardines y otros espacios.
Este tipo de
hormigón es uno de los más resistentes y duraderos que existen en la
actualidad. No solo por su resistencia, sino por su nulo mantenimiento y su
facilidad de limpieza hacen que se haya convertido en uno de los productos más
demandados que existen hoy en día en el sector de la construcción.
Por su
resistencia a manchas, facilidad de mantenimiento, limpieza y amplia gama de
colores y texturas consideramos que el hormigón impreso es uno de los productos
más esenciales hoy día para implantar tanto en chalets, como en terrazas, como
en diferentes partes de una casa.
Los
componentes básicos para obtener el hormigón impreso son dos: hormigón en masa y
moldes especializados. Hay infinidad de soluciones según el acabado que se
desee. El tipo de molde elegido imprime el dibujo en la superficie del
hormigón. Es apto para el hormigonado en obra o prefabricado y utilizables con
todo tipo de hormigón (normal, ligero, pigmentado, lavado, con cemento blanco,
etc.)
La superficie
del hormigón posee una gran capacidad para adquirir las más diversas soluciones
expresivas. La pigmentación en masa del hormigón y la inclusión de matrices de
goma posibilitan una extensa variedad de colores, texturas y relieves.
En el hormigón
in situ, estos acabados resultan complicados de alcanzar de manera uniforme y
predecible por la dependencia del proceso de ejecución y de mano de obra. Por
ello, las soluciones más evolucionadas se dan en los paneles prefabricados. Un
ejemplo interesante resulta la imitación de vidrios serigrafiados para
uniformar la envolvente con un único motivo.
Acabados
Adoquín,
pizarra, baldosa, ladrillo, piedra, madera y mucho más…
¿Cómo se
ejecuta?
1. Extender,
reglear y alisar la superficie de hormigón fresco con una llana de magnesio
para abrir el poro del hormigón.
2. Espolvorear
la capa de rodadura con aditivo especial hasta cubrir toda la superficie...
3. Alisar con
llana hasta conseguir que el mortero se integre en el hormigón (esta operación
debe repetirse dos veces). Si se desea un acabado pulido, espolvorear aditivo y
fratasar la superficie.
4. Para un
acabado impreso, espolvorear o pulverizar aditivo y estampar el hormigón con
los moldes seleccionados (el hormigón debe estar en estado plástico).
5. Pasadas un
mínimo de 72 horas, cortaremos las juntas de retracción y eliminaremos el
desmoldeante con agua a presión.
6.
Seguidamente aplicaremos la resina protectora de acabado mediante pulverizado o
rodillo.
Como todo
trabajo o proyecto, para que quede bien acabado, deberemos contar con un
profesional del sector que nos asegure su perfecta terminación.
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